Ayer tercera etapa y la más dura de todas, casi 12 horas caminando, con un chaparron espectacular (nos cayó la del pulpo...).
Aún tuvimos suerte de encontrar refugio bajo un puente, bueno, solo algunos, porque los demás se pusieron de agua hasta las botas. Después de quedarme el último, empecé a remontar hasta ponerme detrás de Anna y Bea, que me dieron guerra hasta el final, hasta por fin encontrar el maldito albergue que estaba señalizado casi únicamente por un camión.
Por la noche, Barça-Madrid por desgracia ganando los merengues (mi padre se levantó al dia siguiente radiante), y a dormir, que ya hacia falta.
Hoy, cuarta etapa y una de las más cortas, aunque con muchas cuestas arriba al principio.
Nos hemos encontrado con la japonesa que encontramos en el albergue de Palas do Rei, que a pesar de estar coja, con los pies llenos de Compeed, y con los bastones como muletas, está acabando el camino. Cuando hemos parado a "comer" ha aparecido un chaval que preguntaba por unas bambas Quechua como las mias del 43, y cual ha sido mi sorpresa, que las llevaba puestas. Ni lo he notado.
Los últimos 5 Km he cargado con la mochila de mi padre, 11 Kg a la espalda, y todo por culpa del maldito Chucky, que por mis ******* que mañana llevará los quilitos que he llevado de más, incluyendo alguno adicional que me ocuparé de que lleve.
En fin, a las 14 h. estabamos aquí en el albergue dispuestos a ducharnos, y posteriormente comer y, dormir un poco, que si no mañana nos pueden los quilometros que llevamos ya. Hasta la próxima,
Guillem
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