Gracias. Gracias a todos

Lo conseguimos.

Nos propusimos hace unos meses realizar un trocito del gran Camino de Santiago. Teníamos muchas cosas a favor: la voluntad de hacerlo, un grupo humano muy bonito, unos amigos que nos permiten entrar en su casa de Sarria, una tierra preparada para acoger el viajero. Pero, nada de aquello que se induce, que se prepara puede conseguirse sin el empuje, sin el factor humano.

A lo largo de los próximos días intentaré destilar parte de los sentimientos, de las sensaciones que he vivido en el Camino. Pero hoy quiero sobre todo resaltar y dar las gracias a todos los que han conseguido hacer realidad aquel deseo de hace unos meses.

El primer agradecimiento es para todos los peregrinos. Gracias a todos. Muchas felicidades a todos. No es nada fácil convertirse de la noche a la mañana en un grupo humano que intenta conjuntarse cuando no había caminado nunca juntos: adaptarse, aceptar las decisiones del grupo, ayudarse, aportar, y caminar. Caminar bajo la lluvia e incluso el granizo, caminar sin poder caminar como Fer.

Gracias Juan, gracias Noe, gracias Chuqui, gracias "Renche", gracias Fer, gracias Jose Mª, gracias Paula, gracias Bea, gracias Cris, gracias Guillem, gracias Anna, gracias Pol, gracias Carmen, gracias Jose, gracias Elena,gracias Fede. Todos han puesto su granito de arena para empezar el camino y para llegar. Sólo los que hacen el camino saben lo que además significa hacerlo. Ese Juan que estira del grupo, esa Noe que reparte alegría, que ayuda, que hace de enfermera, esa Renche ayudando y aconsejando, ese Fer, puntal del grupo y sufridor, ese Chuqui llevando los fondos y guiando los pasos del grupo, ese Jose Mª abriéndonos su casa y su conocimiento de la tierra.

Un especial reconocimiento a los niños: los peques nos han demostrado que no son peques. Se lo han "currado". ¡Qué grandes!. Todos los niños han estado impresionantes. Guillem muy grande caminando. La Cris ha estado im-pre-sio-nan-te. Resistencia y dulzura. Paula, sufridora, ha creído en ella, ha sufrido y ha llegado. ¡Qué güay!. Bea, como quien no quiere la cosa, camina y camina. Estupenda. Anna pasó del quejío a creer en ella. Es un gran éxito y se ha demostrado a ella misma que el que quiere, puede. Y Pol ha estado grande. El más pequeño, con su mochila de 3 kg. a cuestas y cayendo granizo en su cabeza.  Y después de caminar, a jugar. Seguro que no olvidará este camino.

Gracias también a todos los que nos han seguido. Hemos querido compartir con todos nuestro Camino y nuestra vivencia. Muchas gracias por estar a nuestro lado. Volveremos a vernos.  Espero que nuestras vivencias os sirvan para conocer todo lo que puede aportar el camino. El camino..., y uno mismo.

Au siau.